¿Cómo combatir el desánimo?
¿Se lleva los problemas del trabajo……a su casa? Les dejo esta hermosa historia de la vida real. Un agricultor comentaba lo siguiente: “El carpintero que había contratado para ayudarme a reparar mi vieja granja, acababa de finalizar un duro primer día de trabajo. Su cortadora eléctrica se dañó y le hizo perder una hora de trabajo y ahora su antiguo camión se negaba a arrancar. Mientras le llevaba a su casa, se sentó en silencio y realizo su viaje en una profunda reflexión. Cuando llegamos a su casa, me invitó a conocer a su familia. Mientras nos dirigíamos a la puerta de su casa, se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, tocando las puntas de las ramas con ambas manos y pronunciando unas palabras inaudibles para mí. Al terminar su “parada” en el árbol, seguimos hasta su casa y el carpintero la toco con suavidad. Cuando se abrió la puerta, el rostro de aquel hombre se transformó, sonrió, abrazó a sus dos pequeños hijos y le dio un beso a su esposa. Compartimos un rato con su amorosa familia y luego me acompañó hasta el coche. Cuando pasamos cerca del árbol, sentí curiosidad y le pregunte por lo que lo había hecho un rato antes”. “Oh, ese es mi árbol de problemas”, contestó. “Sé que no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura: los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa, ni a mis hijos. Así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego a casa. Luego, a la mañana siguiente, los recojo otra vez. Lo bueno es -concluyó sonriendo- que cuando salgo por la mañana a recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior. Por arte de magia los problemas “se esfuman” del árbol y encuentro muy poquitos en la mañana”, concluyó el carpintero. Qué bueno seria, que todos pudiéramos tener un pequeño árbol, para aparcar nuestros problemas antes de entrar a nuestra casa, para hacer felices a los demás y también para poder disfrutar mejor de las cosas pequeñas que nos hacen felices. La gerencia moderna ha demostrado que las personas con madurez emocional, aquellos que saben que las angustias y preocupaciones permanentes, solo nos llevan a enfermedades y mala calidad de vida, son capaces de vivir mejor, son más productivos y de mejores relaciones con el entorno Lastimosamente, aspecto que podemos mejorar, son muchas las personas que “cargan” con sus insatisfacciones y lamentos a todas parte, llevándolas a sus respectivas casas y contaminando su relación familiar con los problemas de sus empleos, empresas o instituciones para las cuales laboren Sería muy conveniente que esta historia pueda ser “internalizada” por millones de seres humanos y que podamos ser capaces de dar calidad a nuestras familias y seres queridos. Incluso no tiene que ser una árbol propiamente, puede una pared, piedra, estructura o cualquier objeto que tengamos cerca de nuestros hogares, para hacer el “símil” con el árbol de la historia. Incluso puede ser hasta un árbol imaginario y esa “limpieza” la hagamos espiritual, en nuestros cerebros y podamos librarnos de esos pensamientos negativos que en nada nos benefician en nuestras vidas Nuestras familias merecen lo mejor de nosotros, nuestra mejor energía, los más elevados y enaltecedores sentimientos. Tener unas relaciones de alta calidad en nuestros hogares es uno de los aspectos de mayor felicidad y recompensa que tenemos los seres humanos Así que dejemos esas “malas vibras” fuera de nuestros refugios de amor y fraternidad Vayamos buscando ese “árbol de problemas” para descargar esas preocupaciones y demos la mejor sonrisa, el más maravilloso abrazo y amor a esos invalorables seres que comparten nuestras existencias. Que así sea Waldo Negrón.
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